SIGN impone su potencia, su intensidad y su estela. En las notas de salida se revela la efervescencia del cardamomo que, mezclado con la pimienta rosa , aporta frescor y contraste al fondo, más vainillado. Un fondo compuesto con haba tonka y almizcle blanco, que interpretan su partitura sensual y cálida antes de cruzarse con la cachemira y la madera de pachulí.
A ello se añaden el amargor del pomelo y el carácter crujiente de la manzana, así como el ramo floral: lavanda aromática, flor de azahar, geranio de Egipto y -una rareza en perfumería- el absoluto de hoja de violeta... un sofisticado equilibrio que el maestro perfumista Olivier Cresp ha refinado con pasión.
La excelencia ya tiene su perfume: SIGN.